UN ROSTRO LIBRE DE IMPERFECCIONES
Una limpieza facial a profundidad elimina la mugre y el maquillaje, lo que permite que nuestro cutis se mantenga saludable y radiante. “Un facial limpia, purifica y tonifica la piel de nuestro rostro”, expresa Lizbeth Hernández de López, Lic. en Fisioterapia y esteticista del salón InStyle.
Para mantener la piel tersa se utilizan diferentes tratamientos y exfoliaciones que ayudan a la renovación celular, circulación sanguínea del rostro y además, nutre la epidermis.
“Primero se realiza un estudio de la piel para identificar que es lo que más necesita el cliente”. En una piel grasa, lo primero es exponer el rostro al vapor, pues abre los poros y facilita la salida de espinillas y puntos negros. Luego se hidrata y purifica la epidermis, relajando los músculos y estimulando la función glandular.
En la piel seca se utilizan cremas humectantes que estimulan el mismo proceso. “Se hace una limpieza, tonificación, exfoliación una vez por mes y se indica tomar mucha agua”.
La tonificación dentro de la limpieza es importante. Los productos utilizados en el facial contienen sustancias antisépticas, extractos vegetales y aceites esenciales que disminuyen el tamaño de los poros e hidratan la piel, así como a la prevención de infecciones.
Existen diferentes tipos de faciales, el hidratante es utilizado, sobre todo, en mujeres de 35 años en adelante. Se ocupan diferentes cremas para ayudar a los cambios hormonales que la mujer sufre con la edad.
El facial con colágeno consiste en colocar cremas que contienen la sustancia, para rellenar imperfecciones o arrugas en mujeres de edad mayor. “También se puede utilizar en jóvenes, pero depende el tipo de piel. Por ejemplo, hay gestos que dejan señas bien marcadas en el rostro”, explica.
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